Y se comió una vaca, el tío

Hace unos días llegó la noticia, triste por más que inevitable, de la muerte de Forrest Richard Betts, el gran Dickey Betts, uno de los más grandes guitarristas que ha dado la música popular, pilar fundamental de un grupo tan principal como The Allman Brothers Band, sobre todo tras la desaparición de Duane Allman, y autor de una pieza sencillamente extraordinaria, Jessica.

El hombre que no podía dormir

Como a tantos otros, el precio que pagó por su adicción a las drogas no le salió a cuenta: acabó siendo tan excesivo y caro que le costó la vida. Y completar una obra que a todas luces quedó incompleta.

A sus 37 años Mike Bloomfield es verdad que había dejado escritas páginas muy brillantes en la historia de la música popular, pero todavía tenía mucho por hacer y más por decir.

Aquí un amigo

Con la puntualidad de un reloj suizo y la fiabilidad de un coche alemán, El Burro que Sopla, fiel a su cita anual, ya tiene en la calle y en el espacio cibernético su nuevo trabajo, Aquí un amigo, el vigésimocuarto ya de una lista cuyo inicio se pierde en el tiempo y la memoria (de pez).

Se trata de un álbum conceptual en el que se pretende reivindicar el nombre, la figura y lo que representa, para bien, el cerdo.

Con él comenzó todo

No se sabe muy bien, ni es fácil ni sencillo explicar, ni mucho menos entender, cómo se ha llegado a que ahora mismo la escena musical popular se encuentre dominada por ritmos que hace sólo unos años sería impensable siquiera que hubiesen podido, incluso, ser grabados. Pero así es y con ello hay que lidiar.

Lo que sí está claro es que, hace ya más de medio siglo, los términos mestizaje y fusión comenzaron a ser habituales y cada vez más aceptados. Y un nombre tuvo mucho que ver en ese auge y esplendor: Santana.

Nunca es tarde

La ilusión, la fe en las posibilidades y cualidades de uno mismo, la perseverancia y el trabajo duro y serio son ingredientes que, bien mezclados y aderezados, eso sí, con una buena dosis de suerte, suelen ser infalibles.

No hay que dejar de pelear por un objetivo ni tirar la toalla porque no haya resultados inmediatos. Las cosas tienen su tiempo para darles forma y que maduren. Bien lo sabe Jeff “Skunk” Baxter, que después de toda una vida en la carretera publicó su primer trabajo como solista con sus buenos 74 añazos.

Cuando el mejor no es siempre el más famoso

Muchos son los grandes músicos que, a pesar de su talento y cualidades, no han sido aclamados por el gran público ni gozado de la consideración que su carrera y trayectoria merecían.

Una promoción discreta, o deficiente en no pocos casos, y la ausencia de una gran éxito popular, han sido muchas veces la causa de que extraordinarios artistas no hayan disfrutado del reconocimiento que en justicia se les debiera. Es el caso, por ejemplo, de Rory Gallagher.

Y por fin la parca le invitó a bailar

Vive rápido, muere joven y conseguirás un bonito cadáver: esa es la divisa, falsa pero desgraciada y peligrosamente mitificada, que tantos han seguido. Muchos han sido los artistas malditos, que han llevado su vida al límite hasta, finalmente, conseguir acabar con ella mucho antes de lo que la naturaleza hubiera querido.

Pero así lo prefirieron ellos o no supieron calcular los riesgos ni el peligro de asomarse tanto al precipicio.

Tuercas, tornillos y palancas (y toneladas de talento)

Que ha habido, hay y habrá grandísimos guitarristas es tan cierto como que usted ahora lee estas palabras. Virtuosos, genios, visionarios, innovadores… hay muchas categorías en las que encuadrar a tantos y tantos músicos que han hecho maravillas con la guitarra, pero pocos que hayan logrado sacar tanto provecho de la mecánica del instrumento. Jeff Beck estaría el primero en este apartado. Era único en ese aspecto, al margen, claro, de ser un verdadero maestro y una estrella de las seis cuerdas.

¿Pero hay alguien en el otro lado?

Mucho se ha especulado y siglos y siglos se han consumido sin que la humanidad fuese capaz de ofrecer una explicación lógica y razonable de qué era lo que la Luna escondía en su cara opuesta al Sol. La sombra, la oscuridad, crea monstruos que nuestra mente asimila como ciertos cuando no es sino miedo a lo desconocido lo que nos atenaza.

Ese gran (y extraordinario) desconocido

Es relativamente frecuente que, sobre todo para el gran público, muchos artistas, magníficos y autores de obra excepcional, no sólo sean tenidos menos en cuenta que otros, puede que de menor categoría, sino que hasta resulten absolutamente desconocidos.

Nicky Hopkins podría ser, probablemente, uno de los músicos con más talento de los que una gran mayoría nunca ha oído hablar ni su aportación a grandes éxitos de otros haya sido reconocida.